También me encanta el hecho de que el argumento apunte en mil direcciones diferentes, todas potencialmente acojonantes, y sin embargo salga por derroteros inesperados y, aún así, siempre coherentes con lo visto anteriormente. El giro de guión imprevisible siempre es lógico y consecuencia de todos los actos que han sido llevados a cabo por esos mismos personajes.

Y los detalles cafres, cotidianos, mundanos. La paja de Marie a Hank en el hospital es una puta genialidad.

Y el apunte austeriano, las casualidades, el capítulo de la mosca con Walt hablando sobre el determinismo. Y joder, qué dimensión humana que tiene la puta serie... cuando Walt, a punto de caer por las pastillas, le dice a Jesse "siento lo de Jane"... es que hasta duele, esa confesión velada, esa verdad a medias... es de poner los pelos de punta.

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