¿De verdad importa mucho eso?

¿Importa realmente si los fantasmas de Di Caprio son reales o no?

Alguien nos vigila. Eso está claro. Llámese "Poder", "Sistema" o lo que sea. Y ese alguien que nos vigila es invisible y está en un faro (sublime metáfora en negativo del "Poder" que no nos alumbra sino al contrario) y ese "Poder" o "Sistema" está viendo todos nuestros movimientos y a la mínima que tratemos de ir contra él para desvelar la verdad nos hará (física o intelectualmente) una lobotomía para tratar de domesticarnos y que entremos (por las buenas) en el redil. Ese momento será nuestro final como seres autónomos que viven, sienten y padecen, nuestro final como seres humanos (aunque sigamos respirando, aunque sigamos vivos).

El momento de la caverna de Platón con la supuesta paciente escapada (puesto en escena por Scorsese -con la hogera dando luz incluída- con una maestría insuperable) es el momento clave de toda la película. Afuera está la luz, la verdad y muchos tenemos ansias por encontrarla, por conocerla, por dar con ella. Pero la empresa no es fácil. "Si eres inteligente eso no jugará a tu favor. Te dirán que estás loco y tú les dirás que no y eso les servirá a ellos para afianzar aún más su diagnóstico", le llega a decir la paciente huída a Di Caprio.

¿Qué más da que ese sea un personaje real o fantasmagórico?, el mensaje y discurso de la película ya está articulado y lanzado con él. "El arte es una mentrira que nos descubre la verdad" dijo Pablo Picasso. Y toda la película gira en torno a eso; al gran drama del hombre moderno por tratar de descubrir la verdad en un mundo lleno de burocracia y corrupción, por tratar de descubrir la luz allí donde se nos la oculta deliberadamente.

Y al final, tenemos un momento de lucidez (como el personaje de Di Caprio) para por lo menos darnos cuenta y reflexionar en lo siguiente:

"Al estar en este lugar (Di Caprio se refiere en su último momento de lucidez al manicomio de Shutter Island pero también al mundo entero en realidad) uno se pregunta qué es mejor si vivir siendo un monstruo o morir siendo un hombre bueno". Y tras ello le dirigen al matadero que es el Faro para hacerle la lobotomía y anularle como ser humano.

Scorsese nos planta un plano general del Faro al atardecer y corta (Scorsese nunca suaviza fundiendo a negro) la imagen en seco a negro. ¿Puede haber un final más sobrecogedor para esta hipnótica, pero también cruda y descarnada historia de un hombre en busca de la verdad?

No hay duda de que Hitchcock está muy presente en toda la película. El travelling circular abrazando a Di Carpio y su mujer mientras se besan antes del asesinato de sus hijos es el de "Vértigo" con James Stewart y Kim Novak y el de "Encadenados" con Cary Grant e Ingrid Bergman, pero la película también tiene resonancias de "Recuerda" con aquel Gregory Peck enfermo mental tratando también de descubrir con ayuda de Ingrid Bergman su pasado, su intrahistoria personal, su verdad.

Pero en "Shutter Island" (alucinógeno viaje a las cloacas más oscuras y siniestras de la psique humana) existe ante todo una delgada línea que separa la enajenación de la cordura con unos ecos también y principalmente de la versión de "El Proceso" de Kafka que Orson Welles llevó al cine en 1962.

Cine grande en definitiva, Cine en mayúsculas, en la forma (esa maravillosa puesta en escena y esos emocionales movimientos de cámara) y en el fondo que nos hace recordar que una vez de pequeños empezamos a amar esta forma de Arte gracias a películas como ésta.

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The boys are back again!!!!





Editado 1 vez/veces. Última edición el 20/02/2010 12:50 por Yomismo.