Cita
Miami
No se trata de saber o no saber castellano, ni es una cuestión de prisma. Se trata de que todo ciudadano tiene derecho a utilizar y ser respondido por la administración en la lengua oficial que considere oportuno. Porque tiene derecho a ello. Por tanto un ciudadano catalán tiene derecho a que si se dirige en catalán a la administración catalana debe ser respondido en catalán y viceversa: si quiere utilizar el castellano debe ser atendido en castellano. Por eso es lógico que para opositar se exijan unos ciertos conocimientos de catalán, porque es un derecho del ciudadano frente a la administración. Así que de no cumplirse se vulneraría el derecho del ciudadano a utilizar la lengua oficial que considere oportuno en su trato con la administración.
En muchos trabajos exigen inglés o alemán y no son lenguas oficiales en España. Y no hay tantas quejas con eso.

A mi me parece lógico que se pida el Catalán para opositar, pero esto no es consecuente con la política linguística del gobierno catalán.

Es decir, no puedes abogar por la igualdad y la oficialidad de ambas lenguas, que nadie discute, cuando tu política constante es la de marginación del castellano.

Este verano estuvo Pizarro en el Parlament dando explicaciones por el tema eléctrico, un aragonés que no sabe catalán, pues bien, quedé alucinado cuando los diputados se dirigían a él en catalán, eso no es política linguística, eso es ser un paleto maleducado.

Igual que para opositar es lógico conocer ambas lenguas porque ambas son oficiales, y la gente tiene derecho a preguntar en catalán en la administración, por esta regla de tres, también tiene derecho a que los letreros en las calles estén en ambas lenguas, a que solo se multe a locales que no rotulan en catalán se termine, no es consecuente con esa política de igualdad que nos venden que se subtitule cuando alguien habla en castellano en la tele pública como me dicen que ultimamente se hace, o que se despidan a contertulios castellanoparlantes en la radio pública catalana solamente por no hablar en catalán, que no se pueda estudiar en castellano en practicamente ningún sitio en Cataluñá.

La política de igualdad es la que yo defiendo, pero desde luego la realidad es muy distinta, ahora me podeis llamar anticatalán, y facha y decir que estoy loco, pero la realidad es esa pese a quien pese, no se acabará el mundo por ello, y hay cosas mas importantes, pero que no nos vendan la moto de la igualdad linguística cuando la realidad es totalmente la contraria.