Pues para mí lo pretencioso es precisamente lo contrario. ¿En lugar de admitir la realidad respecto a lo que no conocemos (no sé/lo ignoro/no tengo ni puta idea - no cuesta tanto decirlo) nos inventamos un supuesto mundo espiritual/sobrenatural en el que cabe toda nuestra ignorancia?
De verdad que no entiendo ese salto a lo paranormal, ni lo encuentro necesario ni necesito un Dios que me acompañe ni que me reconforte. ¿No tienes bastante con tus seres queridos? ¿Con las cosas que haces y que te satisfacen o te ilusionan? ¿No te parece esa suficiente compañía?
Esas sensaciones que tienes te pertenecen, están en tu memoria y en tu experiencia, y no existe ninguna razón para pensar que provienen de ninguna otra parte.
La debilidad, limitación y miseria humana es simplemente su naturaleza, y tampoco veo el por qué debería ser complementada con ninguna fuerza sobrenatural, no se me ocurre absolutamente ninguna buena razón para ello. Tampoco encuentro particularmente deseable el ansia de perfección, porque no conduce a ningún lado, ni se da en ningún otro ámbito de la naturaleza. Nada es perfecto, y en realidad la simplicidad de ese pensamiento es lo que nos ofrece la diversidad que observamos.
Tengo la sensación de que me explicas el
por qué necesitas creer, no el
por qué crees. Porque no hay ninguna razón por la que deberías hacerlo.
Y en realidad tampoco hay ninguna buena razón por la que debieras creer en el Dios católico, y no en Alá o en Odín. Y tan sólo esa razón debería ser lo suficientemente buena como para no creer en ninguno de ellos.
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Editado 2 vez/veces. Última edición el 14/05/2013 13:41 por aivan.
