Eeny Meeny Chronicle
Barcelona 18 de julio de 2017

Llegué a la gira con información precisa de los setlists pero casi nada más. Muy pocas fotos, ningún audio o video (“la nueva” y poco más, algún Bad sin verlo solamente escuchado …). Eso me permite sorprenderme y maravillarme con toda la pantalla y toda la puesta en escena.
No sé qué tal ha estado de voz Bono en esta gira, en BCN no estuvo muy bien, pero sobre todo se le nota cansado.No sé si era la resaca de dos noches romanas y un solo día en medio. Era evidente que no era una de sus mejores noches desde el punto de vista vocal, pero lo del cansancio es una percepción más de después que del momento. –lo percibo escuchando el boot, el único que tengo de momento, el subido por carbobueno- Ojo que Bono cansado o sin estar al 100% de voz sigue siendo mucho. Como Messi lesionado que es el segundo mejor jugador del mundo, Bono a medio gas es el segundo mejor frontman del mundo (cuota talibona cumplida). Es verdad que frasea mucho y canta menos, que pasea más que corre, pero allí mismo no lo noté tanto como luego en el boot. Al resto les veo en forma, sobre todo a Edge, que tiene 15 canciones de poderío absoluto.

El inicio me parece espléndido, ellos cuatro, sin pantallas, llenando el estadio con su música, su fuerza, su energía, su atmósfera, su conexión con el respetable. No exagero si digo que soy el único de los que me rodeaban que no sacó el móvil. Disfrutando del momento, con sonrisa de superioridad que nadie vio pues todo el mundo estaba grabando, pensando “ja, soy el único que no graba, soy el único que vive esto intensamente”. En el fondo, como Felipe el de Mafalda que repitiéndose a sí mismo que tiene que concentrarse para seguir la lección, se ve desbordado cuando la profesora pregunta si los niños han entendido y todos corean “sí señorita”. Bueno, esto era una deformación, pero lo cierto es que sí, me entretuve en pensar que era el único que no grababa. De hecho solo saqué el móvil a partir de Bad, y fue porque lo pidió Bono. Luego, la estética de todo me obligó a hacer alguna que otra foto, porque hubo un montón de imágenes preciosas.

La salida a escena es impecable, de uno en uno, andando con parsimonia, directos al escenario pequeño. El primero en hacer el paseíllo mientras suena The whole of the moon, es Larry, con expresión confiante, como diría CR. Toda la atención es para Lorenzo y cuando ya está sentado, el foco vuelve atrás, aparece The Edge, en una pose muy simpática, desfilando como en una pasarela de moda, moviendo la guitarra como el que mece a un bebé y al redoble de tambor responde con ese principio inmortal de Sunday Bloody Sunday, llegando al final, el foco vuelve a tras porque Bono aparece y justo detrás de él, Adam. El ohh ohh ohh inicial se extiende hasta que están los cuatro ahí delante, solos frente a la masa, en medio de una península, rodeados por todos lados menos por una. Un principio que me parece perfecto, en el tempo, en el crescendo, en la sencillez. Y un trueno como Sunday, que en esta gira y también en la anterior suena de miedo, superada una época en la que se percibía cierto hastío.
Principio demoledor que enlaza con un espléndido y afilado –recuerden, this is the edge- New Year’s Day. Con un verso suelto que yo ya había olvidado que le da nuevos bríos a la canción, con hands in the air, con palmas de todo el estadio y lo que se conoce como el efecto fideuá. Atacan con Bad, Bono se explaya en la intro, habla de Bowie y la expo de Bowie –seguramente como escribió el forero Popmart1976, se emociona de verdad y eso le hace empezar la canción un poco disperso-. En seguida se entona y el Bad es como siempre o casi siempre sublime. Encima con el snippet de la gira, el Heroes de Bowie que va de maravilla, en una extended versión que dignifica el concepto snippet. Concluyen este tramo inicial con un Pride –perdón, PITNOL- también rejuvenecido. No es el de 86, claro pero suena bien, ahí en ese tramo inicial completando un inicio redondo. Cuatro canciones y 25 minutos de concierto. Buena señal, la cosa va con calma, las canciones son largas, sin versiones de esas de cubrir el expediente.

Hasta aquí me parece impecable, U2 han bajado de un helicóptero, a la cima del K2 en la cordillera del Himalaya y coronan uno detrás de otro una serie de ocho miles sin respiro. Lo que viene ahora es incluso mejor.

La transición a Streets es gloriosa, calmada, teatral, vuelven al escenario principal, se enciende el pantallón entre exclamaciones de admiración del respetable (“se te caen las pelotas” oigo decir a mi lado). Saludan los cuatro en fila, en una escena que se repetirá un par de veces, y empieza LA canción. Lejos de aquellas carreras demagógicas de Bono que recordaban a Hristo haciendo que corría por un balón al que era imposible llegar para arrancar aplausos del respetable. El Bono 2017 no está para esos trotes, ni galopes. Pero es mejor. Se pasea por el escenario, va saludando mientras Streets calienta motores. Toda esa puesta en escena es maravillosa, despacito (con perdón), permite hacer fotos, permite admirarse, boquiabrirse o bocabadarse y prepararse para el trueno que es siempre Streets. Varias de las fotos icónicas del concierto salen de ese momento: los cuatro saludando juntos, los cuatro ya a punto de empezar, el Bono que da un saltito, el Bono en plan salida ZOOTV, el Bono agarrado al pie del micro y dando una media vuelta … Streets es la apoteosis, desde esa previa hasta el final (bueno, el mierdisnippet de California se lo podían haber ahorrado). El Everest. No hace falta disir nada más.

Empieza Still, quizás exceso de karaoke, pero hay comunión con el respetable, let’s go to the church, Sagrada Familia, deja caer Bono que llena el concierto de referencias a Barcelona. Still tiene ese tono buenrollero, es un clásico incontestable, la gente lo corea, la pantalla nos marea … vértigo antes de tiempo, una montaña rusa y Still mantiene el listón. Sigue WOWY que también se beneficia de estar en el tramo inicial, mejor así que los Pride/WOWY de final de concierto. De nuevo el pantallón que recordando un viejo debate de este foro de viejos, ni acompaña ni complementa. Retirado McGuinness –por cierto allí estaba- el pantallón es ahora el quinto U2. WOWY culmina el tramo inicial, esos siete hits seguidos, imbatible, siete canciones seguidas de pasión y éxtasis compartido.
Quizás podríamos decir que la segunda parte del concierto empieza con Streets, pero también sería cierto afirmar que la segunda parte empieza aquí.
Empieza el resto del concierto, que es otra cosa. Otra cosa a nivel de reciprocidad, hasta ahora era un diálogo entre el grupo y el público. Empieza un monólogo. Y vaya monólogo.

Bullet marca el inicio de la calma en la grada, de mirar, de dejarse apabullar. Bullet no es una de mis canciones favoritas de U2 pero en concierto –desde luego en los dos últimos tours- siempre se mejora a sí misma y es momento top5. Lo del otro día fue un torrente, un tsunami, una tormenta eléctrica, los focos, los helicópteros que uno siente allí mismo. Running es vieja conocida, bálsamo después de la tormenta, las seven towers, el ha la la la de dey … después de las siete + 1 del principio es un momento de respiro, pero igualmente intenso.

Sigue el tramo que justifica la gira. Recuperar la cara B del Joshua, para mí impecable. RHMT mantiene ese estribillo que engancha, ese crescendo estupendo, pero Bono, no nos toques los cojones, 30 años para figure out como tocar esto son demasiados. Seguro que te dio vergüenza el videoclip aquel y quisisteis que no se hablara mucho de esa canción.

Es momento de recibir, de ver, de relax, la gente ha guardado ya el móvil, ahora miramos las pantallas, el ejército de salvación, la parte izquierda con una preciosa imagen de los cuatro que recuerda a las tomas del R&H en aquel almacén gigantesco. Blanco y negro, los cuatro en imagen y suena RHMT emocionante y sincera. In god’s country y Trip through your wires –con discursillo simpático sobre el amigo que le insistió en ir a la cocina de Larry, sobre la presunta habilidad boniana con la armónica- me gustan mucho –algo discutible algunas imágenes de las pantallas pero vamos no vamos a detenernos en minucias- Es un tramo este trío que puede resultar menos atrayente para algunos, pero a mí, que me encanta el Joshua entero, me parece glorioso. Creo que es aquí donde deja escapar una referencia a Spanish Eyes que esta vez sí, hubiera pegado en este concierto. Un leve fraseo que demuestra que al menos sabe qué canción es, cosa que a veces dudo.
One Tree Hill, que me encanta, que está seguramente entre mis 10 canciones favoritas de U2 es la única de todo ese momento que me baja un poco el listón. ¿Por qué? Seguramente porque como me gusta tanto le pido más. No son ellos, soy yo. De cualquier modo, me emociona el momento the moon is up and over, me emociona el run to the ocean ..

Luego llega Exit. Lo mejor de la noche para mí (y creo que para muchos). U2 en estado puro, ese U2 que nos gusta a los que leemos esto. Intensos, afilados, emocionantes, un torrente, un torbellino sonoro, acompañado de una pantalla magnífica –obviando quizás la intro trumpetera demasiado explícita-, desde los dos puños con el Love and hate en los nudillos. La performance entera de Bono, que se baja al ruedo mientras los otros se quedan arriba, como en el Live Aid pero distinto, con la pantalla, con Eeny Meeny Miny Moe. Brutal

Acaba Bono y vuelve, se quita la chaqueta, saca la lengua como un prisionero sediento, empieza Mothers, canción atemporal, suena como en el 87 o como podía haber sonado en los años 30 cantada por Woody Gutrie en los 50 por Ladyday o en los 60, por Seeger o Dylan. Espléndido todo, contenido y emocionante. Estupendo final, con los 4 de nuevo en fila frente al público. El pueblo vencerá se mezcla con oé oé y entramos en el tercer tramo

El tercer tramo es otra cosa. Hasta ahora llevamos un 4+11 o un 7+8 -según donde hagamos el corte- impecable. En ritmo, en coherencia, en receptividad del personal. Sí, yo lo percibo, no hay desconexión en ningún momento. La gente SE SABE el Joshua entero, todo el mundo que está ahí lo ha escuchado y muchas veces. No en vano se celebra una época en la que los discos se escuchaban de principio a fin. El coste de levantarse a trastear la aguja del tocadiscos no compensa, ni el coste de darle al rebobinado de la cinta de casete. Eso se celebraba ese 18 de julio y toda esta gira.
El pantallón en Miss Sarajevo es un cambio de tercio total, imágenes en alta definición, la pobreza y la guerra, la pobreza de la guerra y la dignidad de toda esa gente. Se oye a Pavarotti, Bono hace de comparsa, lejos de aquella exhibición de poderío vocal del VT. ¿Es bonita Miss Sarajevo? Es preciosa ¿Conmueve y emociona? Sí. ¿Pega con todo lo demás? Ni con cola. De golpe se cargan el concepto, una constante de aquí al final.

La tripleta BD, Elevation, Vertigo enciende de nuevo al público. En BD Bono se lía un poco y sale una versión airosa, pero sin delirio. Ahí hago fotos y tal, BD es una canción que no me emociona, que no me dice nada, así que me limito a contemplar. Lo mismo me pasa con Elevation, que empieza con un fraseo muy guapo de Bono de la primera estrofa. A diferencia de BD, que cumple –con holgura, pero solamente cumple- Elevation sí arrasa, es un delirio del personal y yo que me alegro. Aunque tampoco sea una canción que en general me llene demasiado, ese día la disfruté mucho. Me gustó mucho el springsteeniano juego de pantallas, toma desde detrás de Larry enfocando al personal, Bono saludando a Larry, Larry sonriendo y haciendo corazoncitos …
Sigue Vertigo, con la que me pasa un poco igual. La versión del álbum me parece plana, la versión en directo es siempre, siempre un trueno considerable. Guitarrazos, coros, snippets, parón y arranque final, pantalla con imágenes delirantes. Estas dos ciertamente han sido un subidón en toda regla. Una vez roto el ritmo anterior, entramos en individualidades.
Ultraviolet, una de mis 10 canciones favoritas de U2 me deja un poco frío. En el U2360 me entusiasmó, me pareció de lo mejorcito de esa gira. Ahora metida ahí con calzador, cantada incluso con cierta desgana me deja ese regusto agridulce. Aún así, me emociono con momentos como I remember when we could sleep on stones
La cuesta abajo culmina con One y la nueva. Vuelven al escenario pequeño, vuelven como al principio pero ahora ya con cansancio, la cosa huele a retirada y las dos canciones pasan a mi juicio sin pena ni gloria. Cuando en 2021 hagan la gira de los 30 años de AB espero que resuciten a One, que lleva unas cuantas giras muerta.
Esperaré a oírla en disco. Little things tal y cual no me dice nada. Me parece insípida, incolora. Espero que no se una a la lista de canciones que U2 ha ido sacando como gran esperanza y luego queda en nada. Espero que en el SOE suene como debe.

A pesar del irregular tramo final, la impresión que queda es lo glorioso de todo el principio. Y cuidao, que Elevation y Vertigo sobre todo son momentazos, que Ultraviolet es Ultraviolet y eso sigue siendo mucho.

Puesto a elegir a posteriori quizás me hubiera parecido mucho más redondo un set inicial más largo, con tres o cuatro canciones más del principio de su carrera –Electric Co o Gloria sería mucho pedir- y luego tocar el Joshua entero. O tal vez hacer lo mismo pero un tramo final un poco distinto … con Desire, Angel y AIWIY … no sé. Visto lo visto en todo caso, no lo cambio por nada.
Y lo disfruté como nunca. Y mi familia también. Y más de una semana después seguíamos comentando cosas del concierto.