Entre ellos citan a Quico Alsedo...

Contra el vicio de opinar, la virtud de atizar

BALDOMERO ALCANFOR. Madrid. "España es un país de opinadores y encargaos", dice el sociólogo Fermín Tolomeo, profesor titular de la Universidad Carlos V de Madrid. La polémica se ha desatado en los medios de comunicación tras la publicación de un concienzudo ensayo titulado Tertulianos, analistas y otras infecciones (Editorial Musarañas, Madrid, 2009), en el que el profesor Tolomeo estudia el modus operandi atque vivendi de toda una caterva de "opinadores" que invaden cada centímetro cuadrado de los periódicos y las revistas, cada programa de televisión, andan a todas horas precisando en la radio y son incansables "blogueros". El ensayo comienza analizando el famoso escrutinio de Miguel de Cervantes, para el cual la mayor desgracia de las Españas era el ansia de opinar que tenían -y tienen- sus pobladores. El profesor Tolomeo confirma que, efectivamente, en España se da esta peculiarísima característica en su población, que consiste en que de todo hay que hablar y a todo hay que decir. Sin embargo, se da una diferencia entre las personas normales y los tertulianos u opinadores profesionales: la diferencia consiste en que la mayoría de los ciudadanos opinan en sus casas, en los cafés, con los amigos o en círculos privados, mientras que los tertulianos y opinadores dan la brasa a todo el mundo, dando a conocer sus veredictos en los medios de comunicación como si su modo de pensar tuviera algún interés para el mundo. "Efectivamente", confirma el profesor Tolomeo, "la diferencia entre las personas y los opinadores es que estos últimos son incansables a la hora de dar la murga. Sobreviven en el mundo juzgándolo todo públicamente y dando la brasa sobre todos los motivos imaginables".
El profesor Tolomeo ha contabilizado a 15.362 "opinadores" profesionales en España, que se subdividen en los siguientes grupos o especies: los primeros son los tertulios subsecretarios; se llaman así porque tienen espíritu de subsecretario, se esfuerzan en comprender los asuntos políticos -aunque no tienen ni conocimientos ni formación para ello-, y constantemente dan lecciones sobre economía, política fiscal, administración, etcétera. Los salvapatrias forman una subespecie de este grupo, entre los que cabe destacar a Fedeguiquillo el Simple, al que la cabeza no le da para nada, y por eso es periodista, escritor, historiador, economista, analista, comentarista y cualquier cosa que se le pase al pobre por su destartalada mollera. En ocasiones se confunden los salvapatrias y los meapilas, pero este tipo de contertulios pueden encontrarse en Libertad Digital, Telemadrid, Intereconomía, la Cadena Cope (y su versión televisiva), el periódico Abc y en algunos folletos que se hacen llamar periódicos, como Alba. En segundo lugar, son muy populares los listos: los listos son los que "a todo tienen que decir"; tienen opinión para todo, porque son listos, y como advierte el profesor Tolomeo, "es increíble que no tengan vergüenza ninguna a la hora de dar a conocer sus majaderías": Ángela Vallvey, Juan Manuel de Prada, Almudena Grandes, Javier Marías, Arturo Pérez-Reverte, Boris Izaguirre o Carlos Carnicero son algunos de los nombres más populares de este grupo. "Seguramente son los más lerdos", dice el profesor, "porque siempre andan dándole al pico o a la pluma, sin ningún criterio y sin ningún conocimiento". El tercer grupo de tertulianos son las locas: se trata de los comentaristas de la llamada "crónica social". El profesor Tolomeo asegura que, aunque proliferan como las cucarachas, en realidad no merecen ninguna atención; son, al parecer, como los insectos, que se apartan fácilmente dando un manotazo. Finalmente, son también muy populares los opinadores deportivos, llamados tuercebotas: se trata de gentes que, a falta de conocimientos y utilidades sociales, han dedicado su vida a hablar de fútbol; no tienen y jamás han tenido talento para nada y por eso se esfuerzan en comentar todos los aspectos posibles del mundo balompédico. "Es asombroso que a una persona como Poli Rincón se le permita hablar en público", dice el profesor. Y en esa misma emisora (SER), y en otras, se reúnen grupos de comentaristas que, en realidad, jamás han visto un balón de cerca... (Por desgracia, algunos incluso hacen como que escriben libros pordioseros que dan más asco que lástima; tal es el caso de Pepe Domingo Castaño o Manuel Esteban).
Finalmente, el profesor Tolomeo analiza la triste cuestión de los "blogueros": opinadores públicos cuya mera existencia es una vergüenza para cualquier sociedad civilizada. La mayoría de los epítetos que les dedica no pueden reproducirse aquí sin riesgo judicial. De un individuo llamado Quico Alsedo, "bloguero pordiosero" de la versión cibernética de El Mundo, dice el profesor: "Tiene mucha razón al anunciar que su blog se dedica a 'chorradas varias', literalmente; en realidad, sólo se dedica a eso: es asombroso que se permita la comunicación pública a un individuo aquejado de tal incompetencia intelectual". Ese mismo periódico mantiene casi una cincuentena de blogs, la mayoría completamente inútiles e insustanciales, como el que firma Alejandro Gándara, "un verdadero ladrillo plomizo, aún más espeso, rancio y mohoso que el de Juan Cruz en El País. Este periódico, precisamente, mantiene a otra cuarentena opinadores en su edición digital, entre los que se encuentran los mayores tostones de la Patria: gentes sin oficio ni beneficio dando la tabarra sin cesar, dando su opinión sobre lo que no saben ni aprenderán jamás. Todos los periódicos, revistas, televisiones y radios tienen a sus "blogueros", una peste infame que debería ser fumigada "por amor a la Humanidad, a Darwin, a la evolución y a la selección natural". El doctor Tolomeo propugna un "atizamiento constante" a blogueros y opinadores, para someterlos a la inteligencia y al autocontrol de sus esfínteres.
Finalmente, el profesor Tolomeo concluye: "Sin embargo, no se puede eliminar esta peste de opinadores y majaderos. Si lo hiciéramos, ¿en qué quedaría la televisión? ¿Y la radio? ¿Y la prensa? ¿Cómo llenar con información solvente o con entretenimiento de calidad tantas horas y tantas páginas? Los bobos se han hecho un hueco en el mundo y no hay cosa más pertinaz que un bobo. ¿Y qué diremos de internet? Si se eliminaran todas las páginas y blogs donde no hay más que memeces, ¿en qué se quedaría internet?".

Fuente [elcorresponsalliterario.blogspot.com]



Postulados WildJourskianos

1 "...don't believe what you hear
don't believe what you see
if you just close your eyes you can feel the enemy..."
Acrobat U2 1991

2 "...Si me dierán a elegir un solo disco para llevarme a una isla desierta, no tendría dudas, solo las 3 primeras canciones (TJT) valen más que toda la discografía del 95% de los grupos..."
patxikUBI

3 "Abre los ojos, mira todas las cosas que estan pasando en el mundo, el que no quiere ver la verdad es porque no quiere..."
WildJoursky

4 "No te tomes nada personalmente... cuando seas inmune a las opiniones y los actos de los demás, dejarás de ser la víctima de un sufrimiento innecesario..."
Anónimo

5 "...La primera música que escuchas al llegar a esta vida, es el corazón de tu madre, nunca lo olvides..."
Anónimo

6 "...Nunca discutas con un imbécil: te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia...."
Anónimo

7 "...el gran secreto del ser humano, el gran objetivo es... ser HUMANO..."
desconocido

8 "...SI siempre haces lo mismo, solo obtendrás lo que ya tienes. SI deseas algo nuevo haz algo diferente..."
Sigmund Freud

9 "...Yo te mostraré un lugar alto sobre un llano de desierto, donde las calles no tienen nombre..."
Bono 1987

10 "...Todo lo que he querido, todo lo que necesito está aquí en mis manos, las palabras son innecesarias sólo hacen ruido en mi mente, disfruta el silencio..."
Depeche Mode 1990

11 "Siempre que usted encuentre que está en el lado de la mayoría, es tiempo de rectificar" Mark Twain

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