Por ese motivo, ¿por qué no la Lady Di Estadounidense (Hillary Clinton), la mujer que con su carisma y su humildad y valores humanos rescató del embrollo a su esposo no iba a caer bien a la gente de yanquilandia?

Pues yo no encuentro ninguna similitud entre Hillary y Diana, más allá de su tolerancia ante las infidelidades conyugales: la congresista y brillante abogada frente a la niña bien educada en un internado y colocada como ayudante en una guarderí­a mientras esperaba a su Prí­ncipe Azul (como nuestra Infanta la mayor, más o menos).
¿Carisma? Espero que te refieras a la Sra. Clinton y no a la otra...