En la tarde-noche de ayer, la magnífica estatua de Don Federico García Lorca situada en pleno centro de la madrileña Plaza de Santa Ana, brilló con más fuerza que nunca. Justo frente a ella, los para mí más bellos poemas escritos en el siglo XX saltaron por vez primera (80 años después de ser escritos) al escenario del Teatro Español.
La tarde presagiaba algo grande. Personalidades de la cultura española como el hermano de Pedro, Agustín Almodóvar, la actriz Amparo Soler Leal o el grandísimo todoterreno Manuel Alexandre copaban las primeras filas de un teatro lleno hasta la bandera.
Las luces se apagaron y siete gitanos vestidos de negro comenzaron...
"La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando".
...y un juego elegantísimo de luces, unas coreografías venidas del cielo y una música y cantes flamencos irrumpieron para hacer vibrar y hasta llorar a los que allí estábamos presentes.
Así comenzó el ROMANCERO GITANO. Con la bella, triste y funesta Luna como testigo simbólico de una historia de amor y muerte que ofrece, desde el flamenco, uno de los poemarios más hermosos y solidarios que se han escrito sobre la condición humana.
Al son de versos como...
"Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene,
por un anfibio sendero
de cristales y laureles".
o...
"Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña".
...todos los personajes iban muriendo en la escena bajo la luz de la Luna.
Hasta el personaje de Federico García cobra vida propia sobre el escenario, para mostrar a ese héroe que nos ha permitido denunciar la incomprensión hacia todos aquellos que murieron y mueren inocentemente.
El ROMANCERO GITANO lo llamó así Lorca porque, en palabras del mismo poeta, "...el gitano es lo más elevado, lo más profundo, más aristocrático de mi pañs, lo más representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza y universal".
Esta obra cumbre de la literatura universal llevada a escena por primera vez en la historia, nos invita a propiciar el reconocimiento del triunfo sobre la muerte de un pueblo, y de todos los pueblos que aún siguen luchando por la vida.
La obra fue un sentido homenaje a todas las víctimas inocentes que han sufrido y sufren el desprecio y la injusticia por defender su identidad. Una oración para recordar a todos los que han muerto en Nueva York, Irak y Madrid.
Los poetas como el gran Federico, son titanes que se atreven a robar la llama de la luz para aliviar la oscuridad de los hombres.
Los que puedan y tengan ganas, que no dejen escapar esta oportunidad única. Estará en el Teatro Español de Madrid hasta el 29 de agosto y luego recorrerá el resto de la geografía española. Creo que Granada, Barcelona, Málaga, Bilbao, Valencia... son algunas de las siguientes ciudades.
No os vais a arrepentir.
Saludos.