Creo que la clave es encontrar un equilibrio, que se antoja delicado, pero
que hay que esforzare por conseguir, sin crispaciones y con todo el consenso posible. Si el alto el fuego no es definitivo sino permanente es porque es obvio que
ETA pretende conseguir cesiones. Puede haber cosas negociables, otras desde luego que no. La clave en ese tira y afloja es encontrar una paz justa con todos y
para todos.

Una paz justa:

- Con las ví­ctimas que han sufrido, pero también con las pontenciales futuras ví­ctimas que sufrirán, para que no vuelva a haberlas.

- Con los terroristas que merecen pudrirse en la carcel, pero también con los pontenciales futuros asesinos, para que no aumente esta siniestra lista.

- Con nosotros, que hemos vivido esta mierda durante toda nuestra vida. Nací­ hace 30 años y no conozco una vida sin la dictadura de ETA. Nos merecemos la paz, una paz justa de una vez y para siempre. Ha sido la sociedad que siempre se ha revelado contra ETA la que más ha soportado, la que más luchado y la que más ha conseguido en este camino. Por eso somos nosotros los que más merecemos la paz, los únicos héroes en esta historia. Dejar las armas no es un paso valiente ni heroico, es simplemente imprescindible ahora, aunque llegue 38 años tarde.

Por cierto, si esta vez tampoco fructifica no será culpa de la sociedad ni de los polí­ticos. El único responsable de la violencia es quien aprieta el gatillo. Y también será esta vez el único culpable si al final esto no es definitivo. De todas formas,
espero, deseo y quiero creer que esta vez podemos estar muy cerca del final.

Saludos a todos desde una castigada, preciosa y hoy cautelosamente esperanzada San Sebastián.