Asi de claro. No es ninguna novedad, pero es la cara que se le queda a uno cuando ve el Real Madrid-Osasuna de esta noche. Todo empieza con una entrada de Roberto Carlos a Valdo, en la que el brasileño ve la amarilla.
Roberto Carlos se rebota, se cabrea y en el minuto 15 hace una de esas cosas que por desgracia estan de moda y que considero indignas de un profesional. Perez Burrul le echa una mano y cae ante el teatrismo absoluto, y se carga el partido al expulsar a Puñal. En el 30 veremos una accion similar pero el protagonista es Sergio Ramos. Como es lógico, y deberia de haber sido en la otra acción, se pita solamente falta. A partir de ahí el partido es feo, con muchas faltas, disparidad de criterio para uno y otro equipo...
Pero hay una diferencia clarisima. Que Osasuna parece que tiene once, y el Madrid parece que tiene ocho. Da gusto ver jugar a este equipo, y me alegro de que toda España haya podido ver el partido.
Lo mejor llega en el 28 de la segunda parte, cuando un balón colgado le llega a Milosevic, que bate a Casillas. 0-1. Y para rematar la injusticia, diez minutos llega el empate. Eso si, me alegra que lo haya conseguido un chaval de la cantera.
Lo que esta claro es que en un partido once contra once podríamos haber visto algo muy distinto.
