Los penes ya no son lo que eran, eso lo sabe cualquier mujer española o alemana. Con las dietas actuales, repletas de colesterol y grasas insanas provenientes de comida basura, de alcohol, clenbuterol inyectado a las reses humanas y el uso de drogas variadas, la carne (en especial ESA carne) ha ido perdiendo componentes nutricionales, por no hablar de la calidad (hasta hace bien poco reconocida en todo el mundo) del semen hispánico y también germánico, pues este mal asola todo el mundo occidental.
Total, lo echas a la sarten y todo es agua, menguando de un modo sorprendente y desproporcionado. Te compras en el mercado kilo y medio de penes, y con eso sólo tapas el fondo del plato.
Ya en mucho sitios hacen el pene sin pelar (vaya asco) para no perder ni un gramo de chicha, o hasta lo llegan a rebozar en rodajitas (una bomba de colesterol y un sacrilegio en el mundo de la "haute cuisine").
Por cierto, radar, si antes lo hierves le quitas el sabor a orín y demás sustancias desagradables.
Canibalism rules the world
