Ambos (Cap y Teglen) parten de premisas falsas e historias que solo ocurrieron en su imaginacion.

La gente tan arribista politicamente que trata de forzar la verdad (por no decir hacer demagogia, pero es que esta palabra esta tan sobreutilizada que da pena usarla) para que se adecue, de antemano, a sus ideas politicas sin que estan sufran una contaminacion o adecuacion a la realidad por simple contacto con esta misma realidad me dan un poco de repelus. No creo que nadie, a menos que se someta de buen grado a la propia cerrazon mental y al dogma, sea totalmente de izquierdas o totalmente de derechas. Y para mi prevalecen los valores y las virtudes humanisticas de la persona, antes que su posicionamiento politico.

Me dan por saco los teoricos, aquellos que saben sobre papel todo, pero nada de la vida. Este pais anda lleno de expertos en hacerse pajas mentales y escaso de profesionales (tomando como profesional, alguien que sabe hacer algo, llevarlo del plano teorico al empirico).

Tampoco hemos de ser ciegos a que la mentira, en politica, ha sido asumida de forma totalmente natural y sin cuestionarse. Lo que hoy era negro, mañana es blanco, como en "1984". Es curioso, como de todos los movimientos de izquierdas, el unico que ha tenido irrigacion en cualquier teologia politica ha sido el socialismo, la prueba es que todos los partidos de derechas incluyen reformas sociales en sus programas.

En cuanto, a las historias que solo ocurrieron en el pequeño teatro de ojos cerrados y mente echada a volar de estos personajes, esta muy claro. Por un lado tenemos a uno diciendo "cuando habia Franco habia Dios, comida y patria para el pueblo (y, dejarme la nota ad hoc a estos ultimos dias, la sacrosanta institucion familiar y la no menos sacra unidad de la patria). ¿Dios para quien? entendiendo a Dios no como una creencia, sino como un angel de la guarda que nos cuida, ampara y protege (que debia ser Paquito Pantanos), ¿para los cuatro que medraron en tal regimen? mentiras burdas. Y por otro, al Teglen, hablando de la revolucion que nunca tuvieron cojones ni siquiera, a defender, a titulo personal. Ni siquiera revolucion interior. La sensacion que dan las columnas del Teglen, es como cuando hablando entre los colegas dices : Pues cuando fulanito me diga que soy un tal le voy a soltar cuatro cosas. Suceso, que nunca ocurre y que el Teglen, soluciona escribiendo sus mentiras (como las del otro) en una columna.

Gente sin conciencia ni dignidad, en resumen.