Un par o tres de ejemplos.
Hace nada nos dimos cuenta de que un vecino nuestro (no sabemos quién) nos chorizaba los vales descuento del Consum (de 3€) de nuestro buzón. Así que, como mínimo, tenemos un ladrón en el bloque. Cutre, pero ladrón.
Ayer, saliendo de casa de mis suegros, vimos un sobre abierto en la típica casilla de los buzones en la que depositas los envíos equivocados. El envío era para un vecino del portal siguiente, así que se lo llevamos a casa. Era un pedido por correo de una tienda, así que no sabíamos si estaba todo lo que el vecino había pedido. Por suerte, estaba todo. Pero después de todo, lo que queda es que uno de los vecinos vio el sobre depositado erróneamente en su buzón y lo único que hizo fue colocarlo en la casilla de devolución, cuando era el portal de al lado, no costaba nada llevarlo. Y otro vecino, o quizá el mismo, viendo que la dirección estaba equivocada, decidió abrir un sobre que no le pertenecía para ver si lo que contenía le podía ser de utilidad.
Como mínimo, dos ladrones en cada edificio, por lo que se ve. Y estos no son casos aislados, cada dos por tres hay situaciones así. Mucha gente va a su puta bola. Le importa un huevo el prójimo (país católico mis cojones), y aprovecha cualquier resquicio para sacar ventaja. Es, sin duda, un mal endémico, y no tengo ninguna duda de que el tío que roba 3€ en descuentos del buzón de un vecino no tendrá ningún tipo de escrúpulos en meter la mano en el cajón si tiene la oportunidad de hacerlo.
No sé por qué algunos insisten en separar a los políticos de la ciudadanía, los políticos SON ciudadanía.
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Editado 2 vez/veces. Última edición el 01/07/2016 11:42 por aivan.
