El presidente en funciones va preparando el terreno para unas nuevas elecciones generales el próximo 26 de junio. Se ve sin opciones de formar gobierno, y no debe confiar mucho en que lo forme Pedro Sánchez. Las reuniones entre PSOE, Podemos y Ciudadanos no auguran un acuerdo del que pueda salir algo estable.

Así pues, Mariano Rajoy se lanza a prometer algo para la clase trabajadora española: jornada laboral hasta las 18:00. Pero claro, excepción hecha de trabajadores públicos y de empresas que tengan horarios vespertinos y nocturnos. Esos deberán seguir como hasta ahora, conciliando poco y mal su trabajo con su vida familiar.

Esta es una forma de querer ser más europeos. No ser tan trasnochadores y poder disfrutar de la familia. Y por eso el PP promete ampliar el permiso de paternidad y premiar a las empresas que faciliten a sus trabajadores pasar más tiempo con sus familias.

A la vez que hay un acercamiento a Europa, hay un alejamiento. La otra propuesta es cambiar nuestro horario y ser como los portugueses, los británicos y nuestros compatriotas canarios. De esta forma, toda España tendría el mismo horario. Parece sensato que tengamos la hora que nos corresponde por situación geográfica.

Sin embargo, se supone que tener la hora de casi toda Europa era un beneficio para España a nivel energético. El sol se pone más tarde aquí que en Italia o Alemania, por ejemplo. Si logramos que muchos trabajadores acaben su jornada a las 18:00 y el anochecer es tardío, se podría pasar mucho tiempo en casa, conciliando y sin encender la luz.

El PP va lanzando la carrera. Esa carrera que consiste en empezar a prometer. Pero no las mismas cosas, sino otras distintas, porque se necesitan más escaños que los actuales. Aunque los populares podrían intentar tener un programa como el de 2011, ese del que poco se supo una vez que Rajoy llegó a la Moncloa, el de los tres millones y medio de empleos en una legislatura, el de la bajada del IVA y el de salvarnos de cualquier tipo de rescate.

Ahora lo de 2011 quizá sí pueda ser cumplido. Podrían ir avanzando si los De la Sernas y las Barberás seguirán formando parte de las listas electorales o si habrá un lavado de cara para evitar que haya imputados (perdón, investigados) entre la gente que pida el voto a la población.

Al menos ya tenemos una idea de cómo poder mejorar la vida de algunos trabajadores. Es un comienzo, después de unos años de crisis donde la clase media ha adelgazado, y donde ningún gobierno ha sabido paliar sus enormes daños. Hoy, muchos de los afectados se ven en situación de pobreza o han tenido que emigrar a otro país. Quizá algunos ya salen de trabajar a las 18:00.