Pues a pesar de las advertencias no me robaron la cartera (no tengo), no vi botellas de cristal volar ni ví la vida en peligro.
La verdad fué una bonita experiencia, sobre todo tras una semana en morolandia. Tristemente la policia nos requisó una botella de Freixenet que habíamos comprado para provocar al personal. Anyway, detecté poco madrileño en la plaza, poblada de italianos, ucranianos, sudamericanos (estos nunca se pierden un tinglado) y demás universalidad (que no universitarios). Por cierto, una plaza menos petada de lo esperado. Pude gozar del mismo espacio que en el golden circle de U2 Barcelona. Eso sí, la salida a las 00:30 era asfixiante. Parecía el Unknow Caller o Moment of Surrender de las Wembleys Nights: todo el mundo escampando en riada.
Hay que decir que, tal como me adelantó rathgar, las campanas apenas se oyen en la plaza (ahora entiendo la utilidad despertador de "los cuartos"). Tampoco ví a ningún famosete ni nariz de Esteban, alojados en altos balcones ellos.
Bueno, que me gustó la experiencia. Pienso repetir de aquí muchos años, cosa que no haré con morolandia.
Viva Madrid!!
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