Cita
pau
El otro día fui a despedirme de Jordi Castelló, actual jefe de la mítica tienda de discos de la calle Tallers de Barcelona. El día 31 cierra sus puertas, de la veintena de tiendas que había en los 80-90 en esta calle ya sólo quedará Discos Revólver, dividida en dos espacios cercanos y que, con la cantidad de empleados que veo allí siempre pululando, no creo que dure mucho más.

No derramé ninguna lágrima a pesar de los muchos buenos recuerdos, son los signos de los tiempos. Con Internet no hay manera de hacer sobrevivir una tienda de discos físicos, así lo ha explicado Jordi a los medios de comunicación. Lo acepto, no hay duda que es la causa principal.

Pero lo que nunca cuentan es el estado de semi-estafa que vivió el mundo de la música en los años 90. En aquellos años sin Internet, desaparecido el single de vinilo, si una canción te gustaba no tenías más remedio que comprarte el CD con 10-15 canciones, no había alternativa. No hace mucho haciendo limpieza me encontré cantidad de discos por los que pagué entre 2.200 y 2.800 pesetas por una miserable canción. Porque el resto del disco en general era una mierda. Eso sí era negocio para ellos. Por no hablar de aquel maravilloso invento del "Copy Controlled", que evitaba hacer copias... y que en algunos reproductores no funcionaban! Pagabas por el original y no podías ni escucharlo, máximo surrealismo.

También recuerdo varias veces que fui a pedirle un disco y me contestaba que completamente agotado, que había recibido 10 copias y ya las había vendido. "¿Me lo pides?" "Uy, ya no, imposible"... Y al llegar a casa lo compraba tranquilamente en www.play.com

Y en fin, 4-5 empleados en la tienda para tan poco movimiento...

Descanse en paz :-(

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