Chachi, 'computer'
'OK Computer' fue, seguramente, el último disco de rock importante de verdad.
Desolación: 'la niña de Radiohead' cumple 15 años esta semana.
Darío Prieto | Madrid
20/06/2012
"Más en forma, más feliz, más productivo. Cómodo. No beber demasiado. Ejercicio regular en el gimnasio. Relacionarse mejor con sus empleados / asociados / coetáneaos...". Estamos en junio de 1997 y Occidente se refocila en la euforia. Tras la caída del bloque comunista y en medio de la bonanza económica, el 'mundo desarrollado' se dispone con alegría a decir adiós al siglo más atroz de la Historia. Los jóvenes, con casi todo resuelto, se entregan al hedonismo, al baile electrónico, al consumo de éxtasis. Pero, en medio del 'subidón¡, llegan cinco empollones de Oxford con todo el 'bajón' finisecular hecho disco: 'OK computer'. 15 años hace.
¿Quienes eran aquellos, comandados por un tipo con el 'ojo pipa' que lloriqueaba las canciones? Ah, sí, los de aquella canción, 'Creep’', aquel 'one hit wonder'. Bueno, cierto era que después de aquel temazo habían hecho un segundo disco bastante notable, 'The bends', pero nadie esperaba demasiado de ellos. Ni siquiera los de su compañía discográfica, EMI, que, cuando oyeron aquellos ruiditos y extraños desarrollos de canciones sobre la deshumanización y el consumismo, se llevaron las manos a la cara temiéndose una catástrofe. Al final, nada de eso: 'OK Computer' vendió más de cuatro millones de copias y se convirtió en uno de los discos más importantes de todos los tiempos.
Es cierto que, a día de hoy, sigue desatando enardecidas polémicas entre quienes lo consideran una obra de arte mayúscula y aquellos a los que irrita profundamente el dramatismo y el dolor, supuestamente de pose, de canciones como 'Exit music (for a film)', 'No surprises', 'Karma police' y 'Let down'. Dejando a un lado peleítas de melómanos, llama la atención la capacidad anticipadora del álbum. Su tratamiento de la relación entre humanos y ordenadores (como los fraseos procesados por el programa lector de textos de Stephen Hawking en 'Fitter happier', muy anteriores al Loquendo), su visión de la soledad e incomunicación en la era de la información y, sobre todo, su escepticismo respecto al 'progreso económico'... Dolorosos avisos de lo que terminaría sucediendo. Muchos de los que fueron concebidos con alguna de estas canciones entran ahora en la adolescencia con sus perspectivas de futuro convertidas en una de las letras del álbum.
'OK Computer' llegó al primer puesto de la lista de ventas británica, desbancando a los adorables Hanson. Después fue expulsado del podio por los agrestes The Prodigy. Y lo hizo a través de mecanismos poco habituales. El primer sencillo, 'Paranoid android', era una canción de seis minutos y medio, sin estribillo, con cuatro partes que poco tenían que ver entre ellas y con una letra no precisamente de buen rollo. Por otra parte, la actualización del legado musical de los 70 (el rock progresivo y el 'glam' más experimental) mediante la fusión con la electrónica de texturas y ambientes en plan Brian Eno terminó de descolocar al personal. 'Punk Floyd', tituló una revista de tendencias una portada con la cara de Thom Yorke, cantante y líder del grupo, a punto de sufrir un colapso por el repentino asalto de fama.
Canciones como 'Airbag', 'Subterranean homesick alien', 'Lucky' y 'The tourist' eran como un vómito de antidepresivos, una extraña y bella mezcla de placidez y sonido abrumador. 15 años después de aquello, cuando parece que todo gran disco debe tener invariablemente una canción susceptible de pasar por la pista de baile, 'OK computer' se hace cuesta arriba para mover el trasero, salvo momentos puntuales como 'Electioneering'. Y eso, con muchas ganas por parte del oyente. Aún así, su huella resulta patente en una grandísima parte del rock alternativo y de la electrónica contemporánea, así como en grupos como Coldplay, Muse, Snow Patrol, Sigur Ros, TV on the radio...
Por destacar una última cosa, resulta interesante recordar que el lanzamiento y difusión del disco coincidió con la primera gran oleada de popularización de internet. Mientras millones de personas compraban el CD, otros muchos empezaban a trastear por la 'world wide web' (Radiohead fue de los primeros grupos en posicionarse en la red, aún con una desconcertante página) y empezaban a descargarse e intercambiar canciones. En ese sentido, se podría decir que 'OK Computer' fue un canto de cisne de una industria discográfica que quizá no supo interpretar lo que aquellas extrañas letras decían del mundo: "Calma. Más en forma, más sano y más productivo. Como un cerdo en una jaula con antibióticos".
[
www.elmundo.es]