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Depeche Mode: Music for the Masses
Texto y fotografías por Toni Rosado.
Sábado 21 de noviembre, 13:50 h. Paseo matutino por la playa de la Barceloneta con toda la resaca musical y cervecera de la noche anterior cuando de pronto me cruzo con un tipo haciendo
footing el cual no me llama la atención si no fuera por la camiseta del Arsenal que lleva y el machaca que le acompaña en bicicleta. Levanto la mirada y, sí, es él. Es el rizos. Es
Martin Gore, el cerebro del trío de Basildon. Reacciono como buenamente puedo, aunque ningún encuentro de este tipo es fortuito.
Quizás sea porque me gusta
Depeche Mode más que a un tonto un lápiz, o porque debo ser más bien poco objetivo con ellos, pero en cualquier caso puedo decir que Gahan y compañía nos espetan en toda la cara dos conciertos arrolladores el pasado viernes 20 y sábado 21 de noviembre en el Palau Sant Jordi de la ciudad condal, donde nos presentan su último retoño, “
Sounds Of The Universe“, un disco manifiestamente flojo (o al menos no ha cumplido las expectativas creadas en torno a él, por muchos matices que podamos apreciar) y una gira que de primeras empezó bastante accidentada, lo que comenzó siendo una gastroenteritis severa de Gahan (la cual provocó la cancelación de varios conciertos) resultó ser un tumor benigno ya curado.
El último álbum ha pasado de forma un poco inadvertida, y ello queda patente con ese inicio descafeinado, aunque necesario, que resulta de “In Chains” + “
Wrong” + “Hole To Feed” seguidas. No es hasta la mitad del concierto cuando permiten un par de licencias más al último disco tocando “
Miles Away” y “Jezebel” el primer día, mientras que fue “Come Back” la escogida el segundo día (¿dónde está “In Sympathy”?). Tras haber cumplido con las novedades llega el momento de la artillería pesada, hay como una especie de acuerdo tácito entre público y banda, ya implícito, en el que los asistentes saben a lo que van y el grupo sabe lo que el público quiere. Con un gran predominio de los
años noventa frente a los ochenta, los de Essex desgranaron su
greatest hits particular empezando con “Walking In My Shoes” bajo la atenta mirada del cuervo de los visuales, siendo éstos obra de
Anton Corbijn por enésima vez, otra fórmula que rara vez falla, simple pero efectista, con una gran pantalla de leds y otra bola-pantalla al estilo Touring The Angel como únicos elementos de la escenografía.
Retrocediendo a los ochenta con “A Question Of Time”, siguió otra joya del Black Celebration, “
Fly On The Windscreen”, todo un guiño a los fans más acérrimos, para continuar más tarde con el primer sencillo de Playing The Angel, “Precious”. Es una pena que se dejaran en el tintero algunos buenos temas de ese disco, como “Lillian” o “A Pain That I’m Used To”, un disco que supuso el resurgimiento de la banda después del olvidado “Exciter” de 2001. Tras el momento porque-yo-lo-valgo de Gore en “Home” (único tema que tocaron del álbum Ultra junto con “It’s No Good”), Depeche Mode retoman la retahíla de hits con “Policy Of Truth” antes de volver a
Songs Of Faith And Devotion de la mano de “In Your Room” y la turbadora “
I Feel You” dejando noqueado al personal.
Si por algo se caracteriza el directo de Depeche Mode es por la prácticamente nula variación en la elección de temas, lo fácil sería pensar que estás viendo el mismo concierto que la noche anterior, pero no es así, aunque lleven puesto el piloto automático desde hace años. Dos segundos de la intro de “
Enjoy The Silence” fueron más que suficiente para que el Palau se viniera abajo minutos antes de la liturgia de “
Never Let Me Down Again”, momento álgido de la noche con todos los brazos de la parroquia alzados. Solo dos pequeños apuntes: Christian Eigner bien podría dejar en el estudio sus florituras a la batería, mientras que Andy Fletcher debe tener callos en los manos de tanto dar palmas, de mayor quiero ser como él porque vaya forma de tocarse los huevos. Un último dato positivo: esta vez la reventa no hizo su agosto, habiendo entradas en taquilla para ambos días y otras tantas revendiéndose en los aledaños del pabellón por un precio inferior al real. Una ganga.
Ya en los bises deciden retomar Black Celebration con “Dressed In Black” el segundo día (dress code de la noche) mientras que el segundo día la escogida para reabrir fue “One Caress”, así la sensación de
dejà vu no es tan flagrante. “
Stripped” dio paso al predecible final con “Behind The Wheel” y “
Personal Jesus”, con la que no alcanzamos a tocar la fe pero casi. En el segundo concierto la guinda del pastel fue “Waiting For The Night”. Si de aquí a 4 años nos vuelven a regalar un nuevo Playing The Angel y Dave sigue vivo, aún tenemos Depeche Mode para rato.
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Please do not read the lyrics whilst listening to the recordings.