Aún con todo y sin que sirva de precendente ya me gustaría que mi ciudad (la vecina Oviedo), tuviera la cuarta parte de la vida cultural de Gijón. Aqui ni conciertos de rock ni nada de nada. En principio porque la deuda del ayuntamiento es descomunal gracias a los grandes gestores del PP Ovetense. Desde el espejismo de U2 y Michael Jackson en los primeros 90 no ha vuelto a venir otra figura de ese calibre a nuestra ciudad, solo remaches y grupos de segunda fila. Ya no se puede tocar ni en los bares está prohibido (salvo que pagues la correspondiente receta al concejal de turno). Todos los locales míticos como la Santa Sebe o El Antiguo han desaparecido o se han convertido en clubes discotequeros donde se rinde culto a Chayanne and company. Eso si la opera y el hípico que lo disfruten los de siempre, a cargo claro está de los impuestos del pueblo. Todo ello patrocinado por el alcalde que ha convertido mi ciudad en una residencia de la tercera edad el excelentisimo Gabino De Lorenzo.