Aprovechando que mis profesores piden más pasta y leyendo las efemérides de hoy...
He aquí­ una nueva reviú. Esta vez un lunes, como la inter(viú). Los más jóvenes del lugar no las recordaréis, pero por un tiempo hubo una costumbre de escribir sobre grandes eventos udosianos.

El que tratamos hoy quizás no fue tan grande como el de la noche siguiente o anterior, pero nos acerca a lo que, hace 25 años, U2 demostraba sobre los escenarios noche tras noche: 4 chavales ganandose en poco más de una hora a un público que apenas los conocí­a.

Estamos en 1981, así­ pues, tenemos un video imprescindible que vale más que los tropecientos conciertos clónicos en los que hasta las sonrisas de Bono están calculas al milimetro. Si non lo tenéis estáis tardando en acudir al torrent.

Por primera vez en la costa oeste americana, San Francisco, ciudad progre por excelencia, y más reconstruida que la cara de alguna folflórica, parece un buen lugar para dar un concierto en una sala pequeña (Califronia Hall), para unas 2000 personas y promocionar el Boy.

El escenario, no es tal. Sólo una imagen al fondo. La inocencia en la mirada de un niño.

Ahí­ estan estos jóvenes. Comienzan con The Ocean, Dorian Grey y un sincero Bono vistiendo americana. La tranquilidad dura bien poco, pues Edge saca su afilada quitarra: 11 O'Clock Tick Tock y tockdos botando. Larry, que parece salido de verano azul,nos demuestra por el ritmo que marca que no es nigun pipiolo. Siguen a toda leche, con Bono ya deschaquetado, con I Will Follow, nada que ver con la version geriátrica actual a 5rpm.

Tomamos aliento, vemos que Adam es el inspirador del peinado actual de la duquesí­sima. Edge no le va a la zaga, y facilmente podrí­a anunciar un champú. Bono nos dice que llevan 2 meses de gira por America en un bus y que ensayan en él. Y de ahí­ ha salido... "When I Fall down", así­ la llama. Bono sujeta una guitarra eléctrica. Adelanto de lo que será October.

Ahora una maravilla que han recuperado en la última gira, An Cat Dubh, con Bono animando al publico en el final in crescendo, sin recurrir a trucos felinos. Yo nunca descubrí­ el final de una y el comienzo de otra, de modo que para cuando me doy cuenta ya están los ohh oohhh oh oh que encajan perfectamente con el redoble de Into The Heart.

Después de la tempestada llega la calma, pero esta vez es al veres, Touch, con un grito que siempre me recuerda al que más tarde hará en Exit. Adam ciertamente es otro, cómo se mueve!!, me extraña que no exista ninguna teorí­a conspiranoica de los más (apollo)escépticos que creen que el actual no es más que un sucedáneo (como Macca, no confundir con aquél tipo sí­mpático que jugó en el liverpool y cobró en el madrid). Oyendo a Larry golpear con ese ansia, desde luego, esto es ANother Time Another Place. Sigue la caña con The Cry/Electric Co., otra dupla magní­fica y bien recuperada. Una vez más, Bono descontrolado, como la guitarra. Sublime. A estas alturas (y sin tener que escalar) la masa ya está más que ganada.

Ahora sacan del baúl del garage de Larry el trí­o Things To Make and do, Stories For Boys, Boy-Girl. Más simples que el mecanismo de un botijo, pero tan efectivas como el reclamo de porno gratis. Out Of Control, sólo el solo de The Edge ya vale más que el 95% de los discos debut de los grupos actuales. Baile sarasa de Bono a lo Raphael que sirve para que se despidan.

Comienza el bis con Twilight y el peloteo de Bono a sus compis (son diamante en bruto y hay que mimarlos), "it's not often you get to play in your favourite band". Durante la canción se les va la iluminacion, aún así­ siguen. Bono, que a esas alturas ya se las sabe todas, pide una linterna, haciendo tiempo miestras arreglan el desaguisado. El 96% de los grupos actuales hubieran dejado el concierto. Agradecen al público repitiendo I Will Follow. El público no tiene excusa para no saltar.

Más ruido y la banda sigue, ya casi sin repertorio. Bono saca champagne y dice "Nos veremos en otoño. Hasta entonces..." A day Without Me. Muy buena versión.

Parece que esto se ha acabado, y ponen música. Si a estas alturas yo ya hubiera dado un riñon por estar ahí­, no sé que acabarí­a dando ya que quitan la música y vuelven a salir.

11 O'Clock, con la colaboración de un espontáneo borracho, sin tiempo para que el público pida más, Adam sigue con el bajo, dando (re)comienzo a The Ocean para los que han llegado tarde, para los que les gusten los palí­ndromos, o para mí­ que me gustan las pelis de Polanski.