(Seguramente mañana me arrepentiré, pero me parece un buen momento para recuperar este post MÍTICO, LEGENDARIO, SIN IGUAL. Colgado en el foro en el 2002, YO fui el primero en defender ATYCLB, y me parece justo reinvindicarlo. Me machacaron en su momento, fui incomprendido y vilipendiado, pero el tiempo me ha dado la razón. Mi escrito sigue "sonando" fresco y actual, sin cambiar ni una coma. Que lo disfruteis...)
En este foro es habitual la discusión de si el último disco ATYCLB fue un paso atrás o no, de si rompieron con la trayectoria tomada en los 90… Me temo que a muchos de vosotros os falta “perspectiva histórica” porque sois muy jóvenes y sólo habéis vivido una parte de la carrera de U2.
Yo nací en 1967 (lo cual no tiene nada de particular, no te piden permiso para ello, bueno, quizá destacaría que fue el año que los Beatles sacaron el “Sgt. Peppers”), así que buena parte de mi vida “con uso de razón” (que decían en mis tiempos) la he pasado junto a la vida en activo de U2. No me enteré de la aparición de sus dos primeros discos Boy y October, que ni siquiera fueron editados en España en su día. Pero estaba yo en 2º de BUP con mis bonitos 15 añitos cuando entró en mi vida como un huracán una tal New year’s day. Me compré la cinta de War (los CD estaban a punto de aparecer, ¿qué os parece?) y me decepcionó bastante, las demás canciones no estaban a la altura, y Bono berreaba demasiado. Eso sí, NYD la escuchaba día sí día también.
Al año siguiente (que tiempos aquellos, un disco cada año, y encima con Under a blood red sky en medio, con el cual conseguí también oir piezas de Boy y October) apareció TUF, punto de inflexión de la banda. Ya estaba empezando COU y debía estar muy despistado, porque apenas lo recuerdo, sé que me lo grabé y que gustó mucho más que War (sobre todo me impactó la canción que da título al disco), pero no le cogí el cariño que le tengo ahora, ¡errores de juventud! Luego vino el Live Aid, la famosa actuación de Bono bajando al público mientras tocaban Bad, y a partir de ahí vino la época dorada.
Ya sabéis que nuestra memoria es ingrata, no recordamos la primera vez que hablamos, que caminamos, que nos pegamos con nuestro hermanito, la primera vez que comimos chocolate, tantas cosas básicas… pero sí aquella primera vez que todos estáis pensando… y la primera vez que escuchásteis un disco. Fue un shock tremendo escuchar With or without you por primera vez, lo recuerdo como si fuera ayer, era el programa de Jordi Tardà (para los que no sois de Catalunya, es un programa de los sábados por la tarde que aún está en activo llevado por el mismo tipo estupendo que monta las Ferias de Disco de Barcelona). Inmediatamente fui a la tienda de discos… sí, damas y caballeros, The Joshua Tree. Uno de esos discos que te llega en el momento adecuado, 19 años tenía, en segundo de carrera, buena época y uno de los discos básicos de mi vida.
Un año después todo el montaje Rattle and hum, película, disco, libro… lo que más recuerdo es la peli, fui com mi hermana al cine Novedades y salí flotando. La verdad es que como película era una pena (estuvo en cartelera poquísimo tiempo) pero verlos en plena forma en pantalla grande y con esas canciones…
Bueno, me dieron un descanso después de tantas emociones (lástima que no pude ir al concierto del Bernabeu del 87 y que en el 89-90 no se acercaran por aquí), y los 90 empezaron con vuelta de tuerca, Achtung baby (qué título más feo) llega a mis oídos. Es gracioso recordar que la primera vez fue ¡en los 40 principales con Julián Ruiz!, sí, sí, lo ofreció como gran exclusiva. Los sentimientos fueron opuestos, era muy variado y me gustó en general, aunque las canciones más “progresivas” (Zoo, Fly, MW) no me entraron (ni me entran todavía). Vino entonces lo peor, los desgraciados conciertos en Barcelona del 92 (os remito a mi crónica en la sección “U2 en directo” del foro si os interesa, ahora que se cumplen 10 años). Sólo me faltó el maxi de Mysterious ways, una serie de remezclas bailables que me sentaron fatal, para perder el interés en el grupo. ¿U2 grupo de rock?
Bueno, las otras dos obras de los 90 (en los 80 siete discos, en los 90 sólo tres, mmm…) fueron de mal en peor, de Zooropa prefiero no hablar (¿U2 grupo de rock?), y Pop fue el remate, una sobreproducción absurda que escondía las canciones lamentablemente. Encima sacaron el bulo de las prisas, ¿qué prisas?, si el disco estaba previsto para finales del 96 y lo retrasaron para “rematarlo”!!. Apenas lo escuché una decena de veces antes de archivarlo en el baúl de coleccionista.
Ah, pero entonces vino lo inesperado, esos golpes de suerte que te da la vida… volvía yo de un maravilloso viaje por Noruega cuando decidí comprar (sin ningún convencimiento) la entrada para Popmart. ¡Qué delicia, ni un segundo de cola tres días antes del concierto! El resultado fue, en pocas palabras, el concierto de mi vida. ¿Qué había pasado? Paradójicamente, durante la gira de su disco más “innovador” habían vuelto a sus orígenes. En Popmart las canciones de Pop habían derivado hacia su real naturaleza, rock, nada más que rock. Sólo Mofo aguantó toda la gira con sus montañas de samplers detrás, las demás se convirtieron en trallazos como los del pasado. Fue maravilloso escuchar Gone sin desentonar en absoluto con New year’s day, y sin palabras para la versión de Please. Ningún medio de comunicación destacó lo mejor del concierto, la ejecución de la música. Que si la pantalla, que si el escenario, que si el limón, nadie se percató de que estaban tocando como nunca (o como antes), como lo que eran y son, una banda de rock. Hasta la infame Discotheque sonó tremenda y la sencilla Velvet dress encontró su lugar. Sólo les faltó a finales del 98 tener que escoger las canciones del recopilatorio 80-90 para echar otra vista atrás a lo que habían sido.
Y así, para lloros de muchos y muchas, llegó All that you can’t leave behind (buf, qué título más largo y qué portada más horrible), una evidente vuelta a lo que nunca debieron dejar de ser, un grupo de rock haciendo rock y dejando la electrónica y los samplers para redondear las canciones, nada más que para eso. Las canciones en cuanto a calidad estaban lejos de las de los 80, para qué negarlo, pero ahí están los cambios bruscos de ritmo, la guitarra afilada, un bajo y batería que no te planteas si es una máquina…
Los que sois jóvenes y habéis conocido al grupo en los 90 lo siento, pero eso no era U2, era un mal sucedáneo. Nosotros, los “veteranos” que sentimos a U2 como parte de nuestras vidas, necesitábamos este regreso, nos lo merecíamos, porque…
LO SIENTO, NOSOTROS ESTÁBAMOS ANTES
