Por el poder que The Fool me ha otorgado, hago la crónica del concierto de la semana, un concierto que seguro que todos tenéis, así­ que sabréis de lo que hablo. Otra ventaja, muy bien apuntada por slug, es que así­ me podéis poner todos a parir... apelo a vuestra clemencia, nunca me habí­a visto en esta situación, y lo haré lo mejor que pueda.



16 de Agosto de 1992. Gira Outside Broadcast. El estadio Robert Francis Kennedy de Washington, lleno por segunda noche consecutiva para ver bajo la lluvia el espectacular Zoo Tv. Las luces se apagan y los altavoces anuncian al presidente de los Estados Unidos, que pronuncia su "discurso" con la hipnótica guitarra de The Edge como fondo. Cuando termina, surge la sombra de Bono para dibujar delante de las pantallas una imagen que, al menos para nosotros, ya supone un mito. Con su traje de cuero, sus gafas de mosca, su cigarrillo en la mano y su manera de moverse, seguramente induce a más de un rezagado a pensar que se habí­a equivocado de concierto y que aquello no podí­a ser U2. Pero afortunadamente lo es. Bono baja la escalera contoneándose al ritmo de los guitarrazos de Zoo Station y se reúne en el escenario con sus compañeros. Edge, con un estridente chaleco rosa, gorro y coleta, Adam de negro y naranja con "gorravisera", y Larry con gafas de sol, camiseta de tirantes y gorra hacia atrás, look de chuleta de cancha de baloncesto de Florida. La interpretación es perfecta, la correspondencia entre el cinismo de la música y la caracterización de Bono hacen de Zoo Station la canción ideal para comenzar con el show. En la parte de los "It"™s alright" Bono hace su primera alusión a la lluvia "It"™s no rain tonight!" Y la verdad es que teniendo a U2 delante en su momento de máximo esplendor, ¿a quién le puede importar la lluvia?

Termina Zoo Station y comienza la avalancha de mensajes en las pantallas, toda una demostración de incorrección polí­tica que puede unir palabras como KILL y BABY, como SEXY y WAR, BLOODY KIDS, SUICIDE, I WANT DEATH... como para intimidar a cualquiera. The Fly suena con una potencia increíble, la baterí­a de Larry en directo le da aún más fuerza que en estudio, con ese toque industrial. Edge da toda una lección sacando todos esos sonidos de su guitarra, sin necesidad de un solo pregrabado, parece mentira que cuatro tí­os encima de un escenario puedan sonar así­. Bono se mueve a la perfección en los nuevos registros descubiertos en Achtung Baby, mientras hace lo que mejor sabe con una guitarra en las manos: hacer como que toca. La verdad es que deberí­a darle un poco de vergí¼enza aporrear así­ las cuerdas mientras Edge se multiplica haciendo las voces en falsete del último estribillo mientras sigue tocando con maestrí­a el final de su excepcional solo, demostrando que es un hombre al que sólo una poblada cabellera podrí­a acercar más a la perfección. Conduce la canción a su final a guitarrazo limpio, mientras las pantallas nos dicen "DRUGS ARE GOOD" "IT"™S YOUR WORLD CHANGE IT" No hay duda de que en aquella época tení­an un par...



WATCH MORE TV. "DC en la lluvia... ¿y qué?" Bono sigue animando a la gente a olvidarse de la lluvia, "No queremos quedarnos en casa a ver la televisión... podemos verla aquí­ mismo". Tras el zapping por teletiendas varias ("La religión de las joyas", "Elvis, está vivo!!") la guitarra de The Edge anuncia la que es una de mis canciones favoritas, especialmente en Zoo TV, Even Better than the Real Thing, Bono pregunta a su público entregado "¿Me cogerí­ais si caigo?", para dar paso a una potente interpretación, marcada por la extraordinaria rotundidad del bajo de Adam y la slide de Edge en el solo. Bono nos regala algunas de sus mejores poses, el pie del micrófono parece parte de su cuerpo. Como él mismo dijo:"Ponte los pantalones de cuero y ellos te dirán lo que tienes que hacer" Llevamos tres canciones y Edge ha tenido que hacer voces en falsete en todas ellas...

Llega Mysterious Ways. La versión, guiada por el bajo hipnótico de Adam, es espectacular, sin duda es una de las canciones que más gana al ser tocada en directo. Sin embargo, al hilo de lo que aquí­ se ha debatido otras veces, yo me quedo con la versión del Popmart. Más que nada, porque aquí­ da la impresión (equivocada) de ser "la canción de la bailarina". Sin embargo, situada casi como cierre de Popmart, ésta canción era una auténtica fiesta, se creaba un ambiente muy especial, con el solo bailón de Edge, la presentación de la banda y ese grandioso final, no hay Mysterious Ways como ése.

Y aquí­ se acaba por el momento la actitud cí­nica de la mosca, porque lo que toca ahora es quitarse las gafas para tocar One. Aunque siga envuelto en su caparazón de cuero, Bono es ahora otro, rebosa humanidad y honestidad. Edge le acompaña con unas guitarras de una elegancia impresionante, tengo especial debilidad por la que empieza a hacer tras el verso "when all you got is hurt". Al final Bono se saca de la manga unas voces que realmente ayudan a ponerte un nudo en la garganta... esta canción es la mejor de todas.

Cuando todo acaba, Bono demuestra que puede hacer algo más con su guitarra, y canta Unchained Melody con una delicadeza extrema. Recuerdo que cuando me enteré de que Bono la habí­a usado en concierto, no me hizo nada de gracia, es una canción muy maltratada por las versiones... pero a la voz de Bono le queda como un guante y supone un epí­logo maravilloso para One.

Y llega la gran Until the End of the World. La canción de Edge, indiscutiblemente, parece incluso como si Bono tomara un papel secundario, como si con sus estrofas en su registro más discreto sólo tuviera como única misión llevarnos una y otra vez al enorme riff de su guitarrista. Poco queda que decir del solo y del final apocalí­ptico (con el numerito de Edge vs Bono aún sin definir por completo), simplemente decir "Edge, te queremos". Bono, como es habitual, cambia la primera estrofa para decir "except me, I"™m still talking about the end of the world"



Tras UTEOTW, New Year"™s Day, un enlace hoy ya clásico. Sin embargo lo acababan de estrenar 3 dí­as antes en New Jersey. New Year´s Day vino a sustituir a Who´s gonna ride your wild horses, y no desaparecerí­a en el resto del Zoo TV, algo parecido a lo que sucedió en Popmart cuando sustituyó a If God will send his angels, no hay duda de que es un valor seguro. Este es uno de mis momentos favoritos de este concierto. Al ser apenas la tercera vez que la tocan en la gira, no parece que la tengan demasiado ensayada, y la interpretación contiene algunos fallos que le dan un atractivo especial a la versión. En el arranque, Adam se equivoca en su momento estelar y toca el segundo grupo de 4 notas un traste más agudo de lo que deberí­a, error que corrige con discreción. Edge entra con los teclados, y sorprendentemente, Adam coge su bajo y se coloca justo delante de él mirando como toca. Bono le imita y se quedan los dos contemplando cómo se defiende el guitarrista fuera de su medio natural. Edge, que no pasa de ser un teclista correcto, sonrí­e pero ante tanta presión acaba por cometer un par de imprecisiones. Otro momento interesante llega al final de la primera estrofa, Bono canta "nothing changes on new year"™s day", momento en que Edge debe entrar con la guitarra antes de que Bono repita "On new year"™s day". Sin embargo, en ese momento, Adam se equivoca y entra directamente al estribillo. Edge, que ha entrado con la guitarra como es debido, está rápidí­simo de reflejos y le sigue. Sin embargo Bono permanece en la estrofa y repite "On new year"™s day"... Para arreglar el desajuste el propio Bono grita 1,2,3,4 antes de iniciar el estribillo, con un Edge tan contrariado que incluso olvida hacer las segundas voces... No es por ser puntilloso y sacar fallos, de hecho la intepretación es absolutamente maravillosa, y supone uno de los puntos altos del concierto. Durante el solo, Bono se queda mirando de nuevo a Edge, pero con la guitarra en las manos la cosa cambia ;D Tñ­pico en él, Bono canta el último fragmento del solo, algún dí­a sabremos por qué le gusta tanto esa parte. Edge remata la canción con un acorde final repentino y lleno de fuerza.

Trying to through your arms around the world supone un descanso de la intensa carga emocional de las canciones anteriores. Seguramente la canción más floja de su disco, en directo tiene gracia por el numerito de la chica, en este caso una joven con pantalón corto, a la que Bono pregunta si viene de la playa... Bailan, empujan el carrito de la compra, descorchan el champán, Bono la filma, ella se agarra a él como si de ello dependiera su vida...

Y ya que ha empezado la relajación, la cosa sigue con el interludio acústico, Edge desfila con la acústica tocando los acordes de Angel of Harlem, Adam y Larry le siguen. Larry parece desnudo sin su baterí­a, tocando a palma abierta como si fuera Tito Puente, pero parece pasárselo bien... La versión, amable, da paso a un I Stil Haven"™t Found what I"™m Looking For un tanto descafeinado, sobre todo al perderse la lí­nea de bajo que supone el esqueleto de la canción. En su lugar, Adam realmente da la impresión de no saber ni qué tocar ni cuándo hacerlo. Si a esto se suma que Still nunca ha sido mi debilidad, uno no puede dejar de desear que esto termine y vuelva el Zoo Tv, ¿o es que hemos cambiado de canal?



Pero lo que empieza es Satellite of Love. Larry hace girar el Trabant sobre nuestras cabezas... y el recurso es inexplicablemente efectivo. El Trabbie se convierte en una melancólica bola de espejos, mientras las notas de Edge resuenan y el falsete de Bono acaricia nuestros oídos. Pura poesí­a...

La poesí­a no es incompatible con la fuerza, la tremenda fuerza de una canción que en directo llega a ser monumental: Bad, la canción ideal para salir del letargo. De repente, un espontáneo sale al escenario y se abraza a Bono, que le dice algo al oído. El espontáneo, con su camiseta de Zoo Tv, le coge en brazos mientras Bono canta "I"™m wide awake!". Una escena para recordar... Tras sus segundos de gloria, los encargados de la seguridad se llevan al hombre , y uno no puede dejar de acordarse del capí­tulo de los Simpsons en que Homer acababa apalizado por los miembros de seguridad por idéntica valentí­a. ¿Habrá corrido este tipo la misma suerte? En el escenario, Bad va creciendo y creciendo, y nosotros con ella. Bono lo deja todo en el escenario, sus "Fade Away" y sus "No!" le ponen a uno la piel de gallina, su voz suena algo ronca pero eso hace que suene aún más emotiva. En ese momento de una fuerza y una emoción grandiosas, la canción se rompe, Bono introduce un snippet de Take a walk on the wild side, que resulta poco afortunado. Todos los demás dejan de tocar, ni siquiera la guitarra de Edge, que ha dado cobijo con éxito a numerosos snippets (40, Wild Horses, Everybody Hurts...), parece encajar y acaba desapareciendo. Entonces, cuando Bad se ha difuminado de tal manera que ni siquiera sabemos si volverá, reaparece con toda su fuerza. Al final, 8 minutos de canción, no mucho para tratarse de Bad.

Sunday Bloody Sunday, otra canción que rescataron en el concierto de New Jersey, y que aparecerí­a frecuentemente en el Outside Broadcast y durante la primera parte de Zooropa. Aunque sea una canción de otra época y no esté acorde con el espí­ritu del Zoo Tv, la versión es realmente buena. Un par de cosas revelan que no están muy acostumbrados a tocarla: en los "Sunday bloody Sunday", Bono y Edge hacen la misma melodí­a, en lugar de desdoblar las voces. Y en el reprise al final de la canción, Edge se precipita entrando antes de que lo haga la baterí­a de Larry, quizá por eso hace una visible mueca al terminar. Pero ahora va a tener oportunidad de expresar toda la rabia que le quede...

... Porque en las pantallas se lee BOOM, y llega Bullet the Blue Sky, sonando con una dureza impresionante en un escenario teñido de rojo. El solo de Edge se alarga para que Bono pueda aparecer con gorra, gafas de sol, micrófono de teleoperadora y un chaleco en cuya espalda leemos CONSUME y ZOO TV en horizontal, entrecruzado con un BUY NOW en vertical. Bono suelta su charla y la gente lo jalea... Siempre he pensado que la mayorí­a de la gente que acude a los conciertos en Estados Unidos no entienden que el "Outside is America" y el "Run into the Arms of America" no son precisamente apologí­a de los yúeséi. Dejemos que sean felices.



El rojo se vuelve azul, un azul pálido que, unido a unos sonidos ambientales cristalinos, nos preparan para uno de los momentos más impresionantes de Zoo Tv. Edge comienza a tocar, y nadie tiene ni idea de qué canción es la que suena... Bono empieza a cantar los versos de Running to Stand Still, y efectivamente, se trata de RTSS, pero pasada por el filtro del AB, convertida en todo lo que esta canción puede llegar a ser. La atmósfera es mágica, Bono, debajo de la vestimenta con la que ha terminado BTBS, es todo emoción, domina el escenario con su voz, haciendo los "halalalaladei" en la octava aguda. La intensidad de la canción va subiendo, se convierte en una escena escalofriante,Bono sube su manga, simula clavarse una jeringuilla, cae de rodillas, y entona un extático Hallellujah antes de caer vencido definitivamente. Se aleja con su armónica, dejando detrás de él ese sonido etéreo y ese color azul muerte. El estado de shock es general... en las pantallas comienzan las interferencias, el Zoo Tv se tambalea... después de una emoción así­, ¿cómo se puede salir adelante?

Sólo una canción podrí­a salir indemne tras un shock como el que supone Running to Stand Still en esta gira. Después de un puñetazo en la cara como éste, sólo LA CANCIÓN puede abrir la puerta a la esperanza. Así­ es como empieza a sonar Where the Streets Have No Name, que aparece como una puerta luminosa que se abre en la confusión más absoluta. La transición entre estas dos canciones es, sin duda, uno de los momentos más emocionantes que nunca se ha dado en un concierto, supone una auténtica catarsis. U2 tiene grandes canciones, canciones donde se pueden encontrar grandes guitarras de Edge, o grandes interpretaciones de Bono, pero en ninguna como en Streets se puede encontrar a los cuatro tocando su cien por cien, construyendo esa catedral sonora que es "la canción". Aquí­ suena gloriosa, como siempre, mi momento favorito es en el que tras el primer estribillo, Larry cambia el ritmo de la baterí­a para entrar en la segunda estrofa, no sé bien por qué pero me encanta. La interpretación termina con imágenes de la época de The Joshua Tree en las pantallas.

Tras Streets, Pride cierra el concierto antes de la reaparición. Hay quien pide que esta canción desaparezca de los setlists, pero tiene que ser una sensación increíble estar ahí­ abajo en el público y escuchar sus primeros acordes, me imagino que es algo que te tiene que llenar de alegrí­a. Aun así­, después de la avasalladora Where the Streets Have No Name, cualquier canción sale perjudicada. Discurso de Martin Luther King, un reprise en que se puede apreciar la belleza del color de la voz de The Edge (hay innumerables razones para disfrutar a U2 en directo, pero para mí­ esa es una de las mejores), y despedida.



Turno para los Zoo Confessionals y para ... Mirrorball Man!! Entra corriendo a escena con un espejo al que llama "**************", sobre los ¿acordes? de Desire... o mejor dicho, el lugar donde estaban los acordes de Desire, ahora convertidos en una extraordinaria distorsión. No hay duda de que es en esta gira cuando encontramos las mejores reinterpretaciones de las viejas canciones por parte de la banda, y Desire se lleva la palma, aunque personalmente prefiero aquellos Desire en que Bono prácticamente se limita a recitar la letra y no a cantarla como aquí­. El personaje es sensacional, su interpretación arrolladora en su manera de cantar, de hablar, de moverse, de tirar el dinero... Bono está absolutamente genial. La canción termina con una especie de marcha mientras Mirrorball Man hace su presentación con banderitas americanas en las pantallas "I believe in m&m"™s!! I believe in Coca-Cola!!!" Y la gente tan contenta sin darse cuenta de que se están riendo de ellos...



"Quizá tenga suerte esta noche", dice Bono mientras llama a la Casa Blanca. "Me gustarí­a hablar con Georgie si pudiera ser... George el presidente, Mr Bush" "El presidente no está disponible", responde la telefonista. "El presidente de los Estados Unidos no está disponible... PARA M͍???" Jolgorio general. Qué grande eres cuando quieres, Bono. Así­ es como nos gustarí­a que te relacionaras con los polí­ticos... "DÍ­gale al presidente que vea más televisión" Y Bono empieza a cantarle a la pobre telefonista que a veces se siente como si quisiera equivocarse, que no siempre puede ser fuerte y el amor no durará. Edge desempolva su vieja Gibson Explorer, y suena un Ultraviolet con toda la fuerza que esta canción lleva dentro. ¿Es que no va a volver a sonar nunca? Como ha ido sucediendo con todos los personajes de la noche, Bono se acaba imponiéndose a ellos, terminan desapareciendo ante el empuje de la emoción de las canciones, ya sea One, Running to Stand Still o With or Without you. La versión se abre con unas primeras notas que parecen salidas de la banda sonora de una ñoña serie de dibujos japonesa, que estropean el efecto que siempre tiene la irrupción del bajo de Adam (tan simple, tan efectivo!). No es el With or without you de las anteriores giras, pero conserva toda su emoción, y comparada con las que vinieron después, es una gran versión. Esta canción ha sonado tanto que a veces la dejamos de lado, pero es verdaderamente sobrenatural. En mi caso, es la canción que me hizo preguntar "¿¿De quién es esta canción??", la que me llevó a U2 y eso no se olvida, por muchas veces que se escuche. Al final Edge incluye un solo antes del "we"™ll shine like stars" que como de costumbre, pone los pelos como escarpias.



El final se acerca, y suena Love is Blindness, como siempre, impresionante, terriblemente desolador. La guitarra de Edge llora, pero no suavemente como la canción de George Harrison, sino llena de amargura y desesperación. Bono sube a una chica del público, y se tumba mientras ella le acaricia el pelo y la cara... una escena conmovedora, una moderna Piedad. Para terminar, esbozan un I can"™t help falling in love acústico que se convertirí­a en cierre habitual de los conciertos, pero que habí­a sonado por primera vez la noche anterior, en su primer concierto en Washington. Love is Blindness es maravillosa, pero no se puede cerrar un concierto dejando a la gente en ese estado de ánimo, saliendo en silencio, desolada y llorosa de una de las experiencias más grandes que nunca tendrán. Así­ que la versión de Elvis se agradece... aunque en mi opinión, no hay final como 40.

Esto es lo que pasó aquella gran noche en el RFK de Washington. Ahora ya sabéis lo que toca, revisitar el concierto ;D Muchas gracias por leer hasta aquí­.