Por muchas veces que lo vea, nunca dejará de sorprenderme cómo puede un entrenador cambiar a un equipo.
El peor Barça de la historia (se dice pronto, de la historia), llega un vejete masticando xicle y con cuatro cambios de esquema y sin levantar la voz (al menos que se vea), hace un equipo que en 10 días gana una competición de máxima tensión en tres días.
Incluso ha conseguido que yo mirara un partido de baloncesto después de nosecuantos años. Del Barça sólo conocía a Navarro :-O