Esto es un homenaje a un equipo absolutamente mítico, ejemplar hasta hace unos años, simbólico de todo aquello que nos gusta del baloncesto, y de lo que cuando vamos a ver un partido de enanos en un patio se transmite en el aire.
Todo esto era, y la cadena de errores hace que este equipo tenga hoy pie y medio en LEB. Si el descenso se consuma, sería bastante posible la desaparición del club.
Esto no puede suceder, pero, de hecho, está sucediendo, jornada tras jornada, fichaje tras fichaje y con apuestas fallidas, una tras otra.

Quedan siete jornadas, y Murcia, el equipo inmediatamente fuera de zona de descenso, tiene dos victorias más que Estudiantes. De matemáticas sabemos todos, pero cualquiera que haya visto unos cuantos partidos del equipo esta temporada, cualquiera que haya visto el de hoy contra Fuenlabrada o el horror del domingo frente a Banca Cívica, entenderá que las matemáticas no sirven para crear optimismo de la nada en la que está inmersa el equipo.
Qué mal, señores, qué mal.