Estos hijos de puta son los que mandan ahí dentro y ellos solitos se han cargado a Quieroz, Camacho, Luxemburgo, Capello, Schuster, Juande y coming soon: Pellegrini.

Sólo con la presencia de éstos se explica que por muy buenos jugadores que lleguen, que como ya te ha dicho goose repiten miles de posiciones y para otras no hay recambios de garantías, el equipo naufrague año sí, al otro también. No es posible que ninguno de esos entrenadores sea válido para el Madrid. Ni de coña.

Esos dos putos cánceres eclipsan a las estrellas, las maniatan, hacen y deshacen e imponen su ley en el vestuario, que por otra parte, manda narices la falta de personalidad de los oprimidos que no alzan la voz. Sólo el padre de Portillo dijo algo que ya se sabía, ¿os acordáis?

Y el cáncer prinicipal se llama Raul, un tio con la suficiente autoridad para hacer una rueda de prensa conjunta con el seleccionador actual de turno, Luis Aragones, para pedir calma y respeto ante el debate generado por su ausencia en la selección. ¿Alguien se imagina a Totti o D'Alessandro haciendo eso en Italia? Porca miseria.
Y el cabrón se lleva por delante como un rodillo a Owen o Higuaín, ambos con mejores registros goleadores que él y menos minutos (hablo en sus temporadas de competencia directa, no jodamos), y ve como Negredo por ejemplo tiene que irse a Sevilla a que le den minutos.

Tu puedes juntar un gran equipo como el actual, con un buen entrenador como el actual. Y si pierdes 3 partidos de 4 jugados, uno de ellos contra un 2ºB por 4-0 SIN NINGUN CHAVAL DE LA CANTERA, es que algo que no vemos (pero sabemos) pasa.

Joder, como lo vería Camacho para largarse por su propio pie, antes de ser el pelelé de los amos del vestuario.

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