Como tantas canciones de U2, de 4 notas chorras, The Edge consigue un solo que estremece. Siempre ayudado del sonido que logra con las pedaleras.Cuando uno escucha a otros guitarristas se da cuenta de la rentabilidad que The Edge saca cada nota.

Muchas veces hemos dicho de The Edge no es un virtuoso, ni tiene gran técnica(ni mucho menos). Pero creo que los solos de The Edge quedan mejor sin virtuosismos. Simplemente tratando de llegar con el sonido que consigue en cada nota. Love is blindness en concierto es un gran ejemplo de lo que digo. Un simple slide, una melodí­a que asciende y desciende hasta llegar a unos agudos que el oído ya te pide antes de escuchar la canción y volver a unos graves oscuros. Y todo combinado con un sonido roto, que llega al alma y da el ambiente adecuado a la canción.

El resultado:¡Estremecedor!