Se llama Songs of innocence y es una Obra Maestra.
He esperado, mucho, mucho a escribir sobre este disco. Lo he hecho porque desconfiaba de mi propio criterio. Corría el riesgo de que me cegase mi indudable gusto por este grupo, que es de mi barco, de mi especie y que han compuesto la banda sonora de mi vida. Diría que tengo una canción de U2 que explica y disecciona con cirujana precisión cada uno de los más importantes momentos de mi vida. Así que he esperado lo suficiente para comentar a ser objetivo. He eyaculado mi euforia únicamente en soledad o con público reducido y enseguida me la he vuelto a comer con suma paciencia. Relamiéndome.
Songs of Innocence se coloca sin sonrojo entre los 3 grandes discos del grupo y, dentro de ellos, hoy, un mes después y tras más de 50 escuchas completas, no sabría exactamente en qué posición colocarlos. Es, objetivamente, así. El canto a la inocencia no ha podido salir más puro y genuino (pese al evidentísimo trabajo duro y sofisticación que contiene) y se convertirá en un disco generacional por forma de lanzamiento, intención intrínseca y calidad de música, producción y letras, en poco tiempo. Por acertar han acertado hasta en la portada. Y conceptualmente, es sublime. Una producción en la que el resultado es más que la suma de las partes cuando la suma de las partes ya es enorme.
Songs of innocence es un disco de 11 temas donde ningún tema es malo ni regular. Sus diferencias sencillamente pueden explicarse por referencia a canciones buenas, muy buenas y perfectas. No se me ocurre últimamente ningún disco del que se pueda afirmar algo parecido; quizá In Rainbows. Se ha dicho que es un disco que se escucha sin saltar ninguna canción. Rigurosamente cierto. Producido a tope, sin embargo la mayor parte del tiempo te parece estar escuchando a 4 músicos en un garaje, otro de sus grandísimos méritos. Los 4 están presentes y bien audibles en todas las canciones. Escuchado con auriculares, concentrado y con atención Edge está en todas partes, en todas partes; últimamente se limitaba a acompañar la canción en las estrofas y hacer algo repetitivo en los estribillos; aquí aporta todo el tiempo, en todo el metraje. Adam y Larry suenan para estar orgullosos de verdad, hasta permitiéndose momentos de lucimiento personal como no recuerdo desde Achtung Baby. Y Bono canta como nunca. Lo lamento por sus detractores, pero este cantante ha vuelto a demostrar que, como letrista y como vocalista tiene decenas de registros diferentes; siempre hace algo, siempre aporta, siempre busca sorprender a la siguiente estrofa, nunca cae en la monotonía y cuando una canción te parece que se repite un poco (Volcano) te saca de la rutina con un giro o con un matiz en alguna parte. Como todas las canciones en si, como todo el trabajo.
Me vuelve loco cómo hay partes del disco que se sostienen sólo con bajo y voz, sólo con guitarra y voz, sólo con piano, guitarra y voz (espectacular el inicio de Raised o de Sleep like a Baby). Calidad de verdad en la música. Punto y aparte son los puentes y los pre-estribillos. Mágicos en muchas canciones. Estribillos como catedrales (California, Sleep, Miracle, This is) mezclados con pre-estribillos de lo mejor de su carrera (Iris, Raised, Volcano), con finales apoteósicos (Iris, Cedarwood, Sleep, The Troubles), inicios brillantes (This is, Every breaking) y hasta canciones sin estribillo real (The Troubles). Riqueza, matices, emoción, aportación, trabajo..., y vuelta a empezar. Todo hilado, mezclado y empaquetado con tanto gusto que hiela la sangre. Sin pegotes. Sin momentos en los que tuerces el gesto porque algo no pega. Sin rugosidades pero sin exceso de lubricante.
En mi opinión, formalmente, el trabajo tiene una estructura de 3 fases muy diferenciadas y un single ganchero. El single no es la mejor canción del disco, tampoco la peor, cumple su función, es un muy buen tema y, aunque no guarda demasiada relación musical (sí conceptual) con el resto, es una canción concebida para hacer su trabajo, sin más. A partir de ahí se abren las 3 tramos:
- Primer tramo; pop/rock melódico: Va de las canciones 2 a 5. Medios tiempos y canciones de letra poética, rock suave con intento (y logro) de llegar dentro, de quebrar a quien escucha y provocar emociones como euforia, relajación, dolor y amor. Se compone de 4 canciones sobresalientes.
- Segundo tramo; rock directo: El tramo rockero del disco dura 3 canciones. Se abre con Volcano y termina en Cedarwood. En medio una de las mejores del disco por todo, Raised. Rock directo sin concesiones aunque tremendamente fresco, certero, bailable y bien producido sin renunciar a la profundidad de sus letras. Volcano no me gustaba (por el estribillo, demasiado repetido) y me ha acabado encantando. Este tramo está lastrado por Cedarwood, posiblemente el peor tema del disco.
- Tercer tramo; música experimental. Desde Sleep (otra catedral de canción) hasta el final. El tramo de Danger Mouse, aquel en el que U2 suena menos a U2. Lo que iba a ser Songs os ascent tiene su representación aquí. Final algo extraño pero sorprendentemente bien encajado y coherente con el disco. Oscuro y original. Creativo, arriesgado y elaborado y, como denominador común con el resto, otras 3 canciones sobresalientes en composición, letras, producción e ideas y que, a mi juicio, marcan probablemente el camino de lo que será Songs of experience, aunque esto es sólo una opinión personal.
Todo en el disco suena a sus inicios pero esta vez de verdad. Imposible escucharlo sin pensar en sus referentes y en su Dublín natal, que está, como Edge, en todas partes. No es un back to roots promocional o de boquilla, es un verdadero y sincero regreso a la fuente de su inspiración, a sus inicios, a los 70-80 y a las cosas que a sus autores les preocupaban, motivaban o golpeaban entonces. La música no suena añeja (How to dismantle). Ni rastro de autoparodia (All that you can't). Tampoco es un excelente disco pero fuera de época u onda (No line). Es el disco que U2 habría hecho en 1980-85 con sus experiencias y sabidurías de 35 años de carrera. Un disco de calidad superior en la música actual y en la propia discografía de U2, con el añadido, además, de alumbrar un nivel absolutamente inesperado a estas alturas. Un disco sin errores. Rápido y bailable. Melancólico y profundo. Todo a la vez y al revés. Un disco que podría inspirar una gira que empezase sin rubor con 5 canciones de lo nuevo del tirón. Un paso más de evolución sonora y de capacidad para crear grandes himnos. Un trabajo que escucharemos dentro de 10 años y diremos "joder, qué discazo absoluto".
U2 ha sacado un grandioso disco. Me encanta la idea de Apple, es toda una revolución, pero me da igual si venden o no, aunque me enorgullece y me hace sonreír que se hable de MI GRUPO hasta en el telediario. En realidad sólo quiero que sigan escribiendo canciones de tantísima calidad. Y aquí..., aquí se les ha ido la mano con tanto, tanto, tantoytan excelente.
Felicidades U2. Sonáis como nunca. Y yo estoy vivo para disfrutarlo.
