Hablando del fenómeno mediático en sí, porque en lo musical el abismo que separa a ambos es insalvable, la diferencia es que en el 84 sólo había un par de canales: la radio y la tele. Y Jacko estaba a todas horas en esos canales. Te lo comías sí o sí. Hoy en día los canales clásicos (tele y radio) puede que estén igualmente saturados con Bieber (que creo yo que no, o al menos a mí no me da esa sensación), pero los canales menos tradicionales y ahora mismo con más usuarios (Spotify y similares, Youtube) tienen la particularidad de que son a la carta: uno escoge lo que quiere escuchar. Así que, si uno quiere estar protegido de Bieber lo tiene muy fácil. Si he escuchado alguna canción del susodicho, ha sido porque he querido.

Lo que tiene el streaming de apertura de opciones también lo tiene de impermeabilidad, no conozco a los superventas (igualmente, ¿qué es eso hoy en día?) porque me importan un pito, Spotify no me los sugiere, y no me salen en Youtube espontáneamente.

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