Sabrán disculparme quienes con evidente falta de corazón y no tan obvio pero revelador falta de raciocinio, critican la intervención de del Sr. Paul Hewson discutida invocando que es un cantante y no un político. Seguro que me perdonan aquellos necios que no aprueban la intervención de Bono al dictado del anquilosado prisma de sus presupuestos ideológicos. Y quienes no me disculpen, les pido disculpas yo por haberles hecho perder su tiempo leyendo estas cuatro primeras líneas porque aseguro que éste no es un mensaje para gilipollas. Éste, chicos y chicas, no es un post para vosotros. Lamento haber robado 1 minuto de vuestro valioso tiempo.

El discurso de Bono, que me he tragado entero, es escandalosamente bueno. Toda la habilidad de la más avanzada oratoria (pausas en momentos adecuados, tonos de voz, contenido, lenguaje gestual etc.) la posee. Toda la brillantez de ideas y la claridad estructural de exposición que cualquier político mataría por conseguir, la saca de la chistera como el que bebe agua. Toda la honradez incuestionable de sus planteamientos ya la querría para sí el más moral de esos ciudadanos que adoptan una perspectiva de la vida para, desde su púlpito, dar lecciones de calidad humana a los demás.

Una intervención de casi una hora no leída. Tan preparada que parece 100% genuina y espontánea. Brillante, irónica, inspiradora, inteligente y con alma. Golpeando en el punto certero de las cosas.
Efectivamente, el gran defecto de Europa es que es una organización política y burocrática sin rastro de sentimentalidad. No hay sentimiento de solidaridad real ni predisposición psicológica de pertenencia a un proyecto común que inspire a políticos más allá de intereses personales y, sobre todo, que inspire a ciudadanos. No hay un "nacionalismo europeo" que impregne cada uno de los actos de la vida europea. Y eso se traduce en todo y lo pudre todo. Por eso Europa no sabe actuar como una familia que potencia las virtudes de cada uno de sus integrantes en pos del bien común y esconde sus defectos igual que una madre defiende a su hijo en público y le da dos hostias en privado cuando son merecidas. Eso es alma y eso es sentimiento de pertenencia. De eso adolece Europa. Y va Bono y lo dice.

Yo, particularmente, me siento tremendamente orgullos (hasta el siempre risible punto de piel de gallina) de que el líder de mi banda favorita de siempre sea además el líder de mi bando favorito: el de quienes buscan y fomentan el bien hablando claro y por encima de todo. La gente que, además de ser inteligente, es de buena pasta.

Gracias.